Con Cristian y Elena, surgió un vínculo muy especial, desde el primer momento no dudaron que seríamos los fotógrafos de su boda, pero a nosotros pasó lo mismo, sabíamos que éramos los fotógrafos idóneos para contar su historia. La boda se celebró a finales del verano, en Septiembre.Celebrar una boda en Septiembre, es una bonita manera de cerrar la etapa estival, además las bodas en Septiembre no son tan calurosas y casi siempre hace una temperatura agradable.
Los preparativos de los novios fueron en Fuentesaúco, un pueblo al que tenemos especial cariño. Fuentesaúco, es un pueblo conocido por sus garbanzos: “los garbanzos de Fuentesaúco” son famosos en todo el panorama nacional. Cristian fue un novio atrevido, eligió un traje poco común, pero que encajaba a la perfección con su personalidad, Elena fue una novia elegante, con un vestido precioso, que le quedaba perfecto.
La boda se celebró en el Finca El Ventorro del Restaurante Las Cabañas en Peñaranda de Bracamonte. Celebrar una boda en La Finca El Ventorro, es un éxito asegurado, tanto Vicente como sus camareros, miman a cada invitado, si duda, uno de los mejores restaurantes de Salamanca.
En una boda civil, siempre surgen un montón de emociones, ya que son los familiares y amigos los que leen durante la boda. Y esta lo fue, una boda civil emotiva.
Se notaba que eran una pareja joven, prácticamente todos los invitados eran de su edad e hicieron una boda muy divertida. Rematamos la noche regresando a Fuentesaúco, donde nos habían preparado una discoteca en el salón del pueblo, fue increíble el ambiente que había, algunos vecinos del pueblo tampoco quisieron perdérselo.
Después de varias horas y muchas fotografías terminamos la boda en Fuentesaúco, con una inmensa satisfacción por el trabajo bien hecho y por haber documentado el día de dos personas muy especiales.
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