Lo primero que tengo que contar de Miguel y Laura es, que me caen genial, son de esas parejas con las que disfrutas trabajando, tienen claro el estilo de fotografía que buscan y para conseguirlo, están dispuestos a todo.
Eligieron hacer su preboda en Herrera de Duero, un pueblo muy cerca de Valladolid, rodeado de pinares y con una vía abandonada que cruza el Duero.
¿Mereció la pena darse la vuelta para hacerse fotos en la fábrica abandonada no? Me encanta encontrarme sitios que no te esperas y que encajan a la perfección con tu forma de ver la fotografía.
Gracias por todo chicos, esto no ha hecho más que empezar.
Fotógrafo de bodas Herrera de Duero – Fotógrafo de bodas Valladolid